Una Musa de las Tendencias de Ayer y Hoy
Estaba en Paris, la última semana de Agosto del 2014, feliz porque adoro esta hermosa ciudad, era por trabajo como casi siempre, y en mi tiempo libre quería hacer algo que me rondaba hacía años, tenía curiosidad de conocer de cerca a algún Ídolo.
Durante las cenas y comidas con amigos/as franceses/as allá surgían en las conversaciones nombres de Artistas que marcaron con sus diversas personalidades una época anterior lejana pero que aún hoy pervivían en su memoria pese a que ya no estaban.
Decidí que era el momento de hacer un emotivo recorrido de recuerdo a Dalida, una Dama de la Música y de las Artes Escénicas.
Me acerqué primero a la plaza que lleva su nombre, la preside una escultura en bronce con su busto, desgastado en algunas zonas por las caricias de las y los visitantes que la admiran.
Es un pequeño espacio cercano al Moulin de la Galette, el que tantas veces inmortalizó en sus preciosos cuadros el gran pintor Renoir, ubicada en la colina de este atractivo barrio, la verdad es que era temprano y no estaba concurrido, me transmitió paz y serenidad, rodeada de coquetos chalets, multitud de cuidados jardines y árboles.
Allí había una pareja mayor, eran de Provenza, del sur de Francia, y era la primera vez que visitaban Paris, estaban emocionados y para ellos Dalida, según me comentaron, había formado parte de sus vidas y de su historia Amor.
Tararearon a dúo algunas de sus canciones. Justo en aquel momento llegó un grupo de turistas con una guía y nos quedamos a escuchar las interesantes anécdotas que contaba.
Decidimos poner rumbo los 3 juntos hacia su hermosa vivienda, estaba muy cerca, en apenas a un par de manzanas. Allí tuvimos que esperar un rato porque mucha gente quería ver de cerca su ventana, la señalaban con ímpetu, «esa era su habitación», decían.
Aquí tenéis la foto que realicé en el exterior de su casa, sita en la contigua y estrecha calle Orchampt, ubicada arriba de la empinada rue Lepic en la colina de Montmartre.
Iolanda Cristina Gigliotti nace cerca de El Cairo (Egipto) el 17 de enero de 1933 y muere en Paris el 3 de mayo de 1987.
Fue una cantante única, de voz tan acariciadora como sensual. Una actriz de elegantes ademanes, de exquisitas formas, de imitado su look, copiaban y copian actualmente sus peinados y el maquillaje de ojos, con su eyeliner negro perfectamente definido. Vivió la mayor parte de su carrera profesional en Francia, adoptando su nacionalidad.
En 1981 fue la primera mujer que recibió un disco de diamante en reconocimiento a la cantidad de copias vendidas con un total de 55 discos de oro.
Sus padres eran italianos, ella era la segunda de tres hermanos y su progenitor, músico, era primer violín de la Ópera de El Cairo.
En 1954 se traslada a Francia con la intención de hacerse un hueco en el cine galo, era su ilusión, la interpretación.
En el 1956 grava su primer disco y en la emisora se oye constantemente, cautivó su voz desde el primer instante, impactó lo que contaba, encantaron sus letras, y es entonces, cuando Dalida consigue su primer disco de oro.
En marzo de 1957 se presenta en el teatro Olympia de Paris acompañando a Charles Aznavour y en Septiembre junto a Gilbert Bécaud. En el 1959 obtiene el Oscar de la canción con Tino Rossi y uno después el Oscar de Radio Montecarlo como vedette preferida de la audiencia y el gran premio de la canción por la interpretación en francés de Romántica, canción ganadora del Festival de San Remo.
En el 1961 se casa con Lucien Morisse, el que fuera su mecenas desde el principio, pero sin embargo, pocos meses después le abandona por el joven pintor Jean Sobieski. Se presenta en el Olympia como estrella principal, con gran éxito, y para entonces es ya imparable su vertiginosa carrera.
En 1967 se presenta en San Remo junto al cantautor italiano Luigi Tenco, su pareja de entonces, con la bonita canción compuesta por él «Ciao amore, ciao». Después de ser rechazada la composición por el jurado y por el público, las críticas no fueron del todo buenas, y Tenco no lo puede soportar, se suicida.
En 1972 se escucha en México, en USA y en Latinoamérica su voz acompañada del actor Alain Delon interpretando la melodía «Paroles,Paroles» fue posteriormente traducida a otros idiomas.
A lo largo de su carrera interpreta sus canciones en siete idiomas y vendió más de un total de 170 millones de discos.
En 1985 vuelve a Egipto para rodar la película de al-Yawm al-Sadis (Le sixième jour en Francia) que le trae excelentes críticas, aunque afloran en ella múltiples recuerdos personales que le remueven su sensible corazón y que la atormentarán durante sus últimos meses de su vida.
Un día de Primavera, era el 3 de mayo del año 1987, cuando decidió poner fin, se marchó en silencio, pero desde arriba su voz sigue deleitándonos a gente de todas las edades y de todas las nacionalidades, que visitan su casa, su plaza, su tumba. Yo la conocía tan solo de oídas y realmente me ha encantado.
Todos estos son rincones entrañables, que se han ido convirtiendo en lugares de Culto, cuando te acercas compruebas que son muy especiales, llenos de sentimiento y de fuertes vínculos.
Te encuentras a gente agolpada con devoción alrededor, que sin conocerse conversaban de manera distendida y amena como viejos amigos que se reencuentran, comentaban anécdotas que conocían y cantaban sus estribillos al unísono.
Una vida marcada por la Pasión hacia la música, por el Amor intenso a sus compañeros, por la Lealtad a sus grandes Amigos, por sus Amores, por su dedicación plena y entregada a sus numerosos Fans que aún la visitan en su tumba llevándole rosas recién cortadas como a ella le gustaba tener.
Es un Icono mundial, una mujer muy admirada, sumamente querida, una Musa en todos los sentidos, creó un halo de misterio que fue seguido, quienes la conocieron dicen que cuando llegaba, lo llenaba todo. Así me lo comentó una pareja que venía de Canadá, los encontré junto a su tumba llevándole unas hermosas rosas fucsias que acaban de comprar en la entrada del cementerio de Montmartre.
Era un soleado domingo de Agosto en Paris y dentro de los lugares a visitar estaba este mausoleo a la memoria de esta Diva cuya música y letra aún se continúa escuchando.
Desde aquí quiero rendirle mi cariñoso homenaje con este relato, decirte que ha inspirado una preciosa Colección de Dora Paris llamada Dalida y la Nouvelle Vague Años 50.
Os dejo una canción que me encanta, veréis otra forma de vestir, eran otras modas, siguen vigentes, se lleva lo Retro desprendía poesía en sus letras, lo que cuenta es actual, su original ritmo encandila, merece la pena oirla con los ojos cerrados, percibiréis su original voz, sobre todo, mirad su delicadeza y elegancia al moverse, es tan personal, única e irrepetible…
«Laissez-moi danser» que significa: «Déjame bailar, bailar y cantar en Libertad» https://youtu.be/T7Fw4bTSUkQ
¡¡¡Pasa una muy buena jornada!!! Cuídate y come sano, sonríe y disfruta de cada instante. Nos vemos muy pronto si te parece. Un cordial saludo Begoña.
P.D. El 16 de Junio 2017, visité una brillante Exposición en el precioso Palais Galliera de Paris, por el 30 aniversario de su muerte. Una deslumbrante puesta en escena de su vestuario. Con sus canciones y actuaciones. Pero esto os lo cuento en otro artículo. De momento te dejo un adelanto compuesto por 4 o 5 vídeos con la ropa de Dalida en mi canal Youtube begoña telleria
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